Hay muchos tipos de disgrafía:
- Motriz: Motricidad deficiente.
- Sintomática o secundaria: Problemas neurológicas, deficiencia intelectual, problemas de visión, etc.
- Superficial: Afecta a la ruta ortográfica y léxica. ("Ospital" por hospital).
- Fonológica: Afecta a la ruta fonológica. (Escriben la "p" por la "t").
- Profunda: Problemas tanto en la ruta fonológica como ortográfica. (Escriben naranja en lugar de limón).
- Semántica: El sistema semántico es el afectado.
Los alumnos con disgrafía evitan escribir por miedo a hacerlo mal, pero no hay que confundir con vago o perezoso. La disgrafía es uno de los síntomas de la dislexia, es decir, la dislexia lleva consigo disgrafía, pero un alumno con disgrafía no tiene por qué padecer dislexia también.
Las actividades y juegos que podemos realizar como tutores van dirigidas, en su mayoría, a trabajar la motricidad fina y la coordinación manual. Por ejemplo, actividades de repasar dibujos que están dibujados con líneas discontinuas, o actividades de simetría, en las que hay dibujado en un papel cuadriculado la mitad de algo y tienen que dibujar la otra mitad. Los juegos de mesa clásicos, como el parchís o la oca, también son buenos para trabajar la motricidad fina.